El continente africano es el tercero, a nivel mundial, en cuanto a tamaño y población. Y de acuerdo a la FAO, veintisiete de sus países, los que están ubicados al sur del desierto del Sahara, se encuentran en precarias condiciones alimentarias. Según las cifras cerca de 204 millones de personas no tienen que comer.
Existen cuatro aspectos críticos que explican esta situación: la falta de inversión en áreas rurales que tienen poca influencia política; guerras y conflictos políticos; el sida y el incremento poblacional.
Estos aspectos, conjugados entre sí y que mantienen a la mayoría de la población en la pobreza, han provocado que un continente que hace cincuenta años era autosuficiente en materia alimentaria, hoy dependa de la ayuda de terceros.
Qué hacer: es necesario aplicar una estrategia de doble vía, que ataque tanto la hambruna como la pobreza. Para ello es necesario el aporte económico de los países más poderosos del mundo, fortalecer las actividades productivas y el autoabastecimiento, mejorar la distribución de los ingresos y la intervención de los gobiernos para garantizar la ejecución de las medidas para sacar de la hambruna y la carencia al continente africano.
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